Si eres la típica amiga soltera lee esto
Soy feliz. Esta frase es algo que repito constantemente a la gente que me rodea. Se lo digo a mi hermana, a mis tías y hasta a mi mama. Lo repito una y otra vez cuando salgo con mis amigas y me doy cuenta que soy la única que a través de los años de a mantenido excluida de cualquier relación romántica.
De vez en cuando ellas me cuestionan
y tengo que explicar cuanto disfruto de mi libertad en independencia; de no
tener que estar el pendiente de nadie ni responder por mis acciones.
Pero cuando
no hay nadie a quien decirle lo feliz que soy, me digo a mi misma que aunque he
aprendido a disfrutar de este estilo de vida, cada día es más difícil vivir
esta realidad. Y no es que quiera o necesite depender de alguien para ser
feliz, pero simplemente experimentar lo que es estar en una relación seria. Tampoco
es que crea que no soy suficiente, simplemente no he encontrado a nadie que
encaje con mi personalidad e idealismos.
Todos estos son prejuicios que la
gente tiene de mi por no haber estado en una relación a mi relativamente
avanzada edad. Pero a pesar de lo que puede pensar la gente y lo que en
momentos hasta yo misma crea, no necesito ni desesperadamente busco una relación’—porque,
aunque no lo crean, soy feliz.